jueves, 5 de julio de 2012


Anoche entraste en mi sueño con esa sonrisa tuya que siempre me abrazaba como un amante y me acunaba como un niño. Lo único que recuerdo del sueño, es una sensación de paz. Me levanté con esa sensación e intenté mantenerla viva todo lo posible. Te escribo para decirte que he emprendido un viaje hacia esa paz…