miércoles, 8 de junio de 2011

Damaso Alonso.27

A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nido en el que hace 15 años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar a los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como un huracán, ladrando como un perro enfurecido, fuyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma, por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad, por qué mil milloones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?

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